Mil frases incompletas.
19.11.10
Perdida.
Yo firmé, sin leer la letra pequeña, donde ponía la ostia que me iba a pegar. Con el tiempo, sola, me fui dando cuenta que lo raro no era lo de los demás, y que tú eres sin dudar, un arma blanca, más dañina que ninguna de metal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario