- ¿Por qué sigues pensando en él después del daño que te ha hecho? ¿Por qué te torturas día a día escribiendo sobre él?

- La verdad es que no lo sé. Pero supongo que lo hago porque ahora mismo es como una droga, una vitamina necesaria para sentirme más yo y no consigo dejarla pasar tan fácilmente como otros pueden. Soy diferente, quizás me hago daño, soy así. Podrá parecer estúpido pero cada vez que pienso en él aparece una sonrisa en mi cara, como la primera vez.

- Eso es un problema la verdad. No puedes seguir así.

- Lo sé, pero me gusta esa sensación.